Es una práctica muy habitual en sevilla, en vez de acudir a comer a un restaurante tradicional (que los hay y muy buenos) donde comer primer plato, segundo y postre, hacer lo que se conoce como "salir de tapas" , que no es más que ir acudiendo a uno o varios bares distintos en los que irpidiendo cada uno de estos pequeños platos. Esto hace de la comida algo mucho más dinámico y variado. Se cambia de ubicación, de compañía o cmensal, se prueban distintas especies... El "tapeo", como se conoce a esta práctica, es mucho más vivo y dinámico que una comida tradicional.
En Sevilla hay numerosísimos bares de tapas, prácticamente en todos los barrios los hay: en el centro histórico, en Triana, en la Macarena, en Nervión o en Los Remedios, estemos donde estemos siempre vamos a encontrar un lugar donde pararnos a practicar el tapeo.
Sin embargo hay una curiosidad: no todos, ni siquiera los Sevillanos, conocen el origen de la palabra tapa. Originalmente, era una rodaja de algún tipo de embutido (sachichón, chorizo, caña de lomo, jamón ibérico...) que se suministraba junto a la bebida. En aquella época no existían los pequeños platos en los que hoy se sirven las tapas, por lo que esta rodaja de chacia se colocaba encima del catavino o vaso en el que se servía la bebida (generalmente vino en aquella época). Es decir, que la rodaja tapaba literalmente al vaso, de ahí que se le empezara a llamar la tapa. Y desde ahí e nombre perduró hasta nuestros días.En cualquier caso, sea cual sea su origen, quien venga a Sevilla no debe perderse la experiencia del tapeo: salir de tapas, tapear en Sevilla de bar en bar, disfrutando de la gastronomía y del ambiente, sin saber donde y cuando va a terminar uno...
