La Plaza se encuentra presidida en su centro por el monumento a Don Juan Tenorio. Sevilla, orgullosa de su mito legendario, le dedica esta estatua en la que puede apreciarse la figura del caballero, altiva y poderosa como era su carácter. Rodeada por un florido arriate, y cubierta por una espesa arboleda, que rodea a la misma junto con los ancestrales caserones de la antigua nobleza de la ciudad, la plaza adquiere una estética romántica que embruja al paseante.
Especial interés cobra en la noche del 1 de Noviembre, en la víspera del día de los difuntos, en la que los miembros de las distintas Tunas y Estudiantinas de la Universidad de Sevilla le realizan un homenaje musical en el que cantan sus canciones que reviven sus gestas y logros de valor y conquista, y depositan a los pies del monumento una corona en memoria de su alma, redenta por amor en el último momento.
El acceso a la Plaza de los Refinadores no es difícil. Junto a la Plaza, a muy escasos metros, se encuentra el aparcamiento público de la calle Cano y Cueto. Junto al aparcamiento hay una parada de Sevici, el servicio de bicicletas publico de Sevilla. Las líneas de autobuses C3, C4 y 1 tienen parada cercana en la Avenida de Menéndez Pelayo. He aquí la situación exacta:
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Y sobre todo puede accederse peatonalmente por cualquier visitante a Sevilla, paseando por el colindante y turístico Barrio de Santa Cruz, pudiendo alargar su paseo hasta esta Plaza de los Refinadores, en la que rendir su pequeño homenaje a la memoria de Don Juan Tenorio. Sevilla se lo agradecerá.