La Giralda en Sevilla |
Está la Giralda en Sevilla desde que nuestra cultura puede recordarla. Iniciadas las obras en el año 1184 de nuestra era, durante la ocupación almohade (su autoría se debe al arquitecto almohade Ben Baso), las dos terceras partes de su construcción continúan intactas desde entonces (justo hasta la base del cuerpo de campanas). El tercio superior original, rematado por cuatro gigantescas bolas de oro, no se conserva hoy en día, pues quedó destruido tras el terremoto ocurrido 1365, un siglo después de la reconquista cristiana de la ciudad, y fue sustituido por un modesto campanario rematado por una cruz. Finalmente el arquitecto renacentista Hernán Ruíz devolvió a la torre su excelencia arquitectónica culminando el tercio de superior con un portentoso cuerpo de campanas y remate superior. El resultado, a pesar de mezclar sin solución de continuidad los estilos almohades y renacentista, fue de una estética poderosa y de una belleza inigualable, conservándose sin alteración desde entoces.
Un dato muy importante es que la Giralda en Sevilla es perfectamente visitable en su interior. Puede accederse libremente durante la visita turística a la Catedral de Sevilla a la que pertenece. Eso sí hay que estar mentalizado para subir a pie las 35 rampas que recorren los 51 metros que separan el suelo de la base del cuerpo de campanas. La altura total de la torre es de 97,50 metros (extremo que lógicamente no es accesible en la visita turística estándar). No obstante, al estar rematada la torre por una veleta de 3,50 metros, podemos decir sin mentir que supera los 100 metros de altura.
La veleta recibe el nombre de El Giraldillo y representa a La Fé Triunfante, que domina sobre las cabezas de los sevillanos, aunque también se la conoce popularmente como "La Santajuana" (enreferencia a Juana de Arco, en referencia a su apariencia desde el suelo de mujer guerrera) o "La Giganta" (no olvidemos que es una mujer de tres metros y medio. Una réplica del Giraldillo puede verse de cerca, a ras de suelo, en el atrio exterior (visible desde la calle) de la Puerta del Príncipe de la Catedral de Sevilla (la puerta de la Catedral ubicada en la cara más al sur de la misma)
En resumen la Giralda, en Sevilla, es el monumento más importante y querido, imagen internacional de la ciudad, y es casi obligada su visita para cualquier turista que se precie de haber conocido la ciudad.